Hoy domingo 11 de septiembre de 2016 se celebró en la iglesia de Mortera, la ceremonia de la toma de posesión del nuevo párroco, D. Vicente Ruíz de Velasco y Punín.
La celebración se inicio a las 11:30 horas, con la Eucaristía, siendo acompañado por el arcipreste de nuestro Arciprestazgo de la Virgen del Mar, D. Ricardo Alvarado, quien realizó los ritos de toma de posesión.
Al comienzo de la ceremonia, el arcipreste, entrego a D. Vicente la llave de la iglesia, lugar donde se reúne la Comunidad y que ha de cuidar.
Seguidamente, el arcipreste dio lectura del nombramiento, por parte del Sr. Obispo de la Diócesis de Santander, de D. Vicente como párroco de Mortera y Boó de Piélagos. A continuación, el nuevo párroco hizo el juramento de fidelidad a la Santa Madre Iglesia.
Ante la Sede, el arcipreste se la entrega y le invita ocuparla, “desde la que presidirá esta porción del pueblo santo de Dios, siendo Buen Pastor a imagen de Jesucristo”. En este momento recibió un fuerte aplauso de todos los asistentes.
Los lectores de la parroquia proclamaron las lecturas y oración de los fieles, siendo el arcipreste el encargado de proclamar el evangelio y la homilía.
D. Ricardo hizo referencia al evangelio de Lucas de las tres parábolas sobre la misericordia de Dios: la de la oveja perdida, la de la moneda perdida y la extraordinaria narración del Hijo Pródigo. En ellas se muestra la alegría de Dios por la conversión. La del Hijo Pródigo es, sobre todo, la gran catequesis de Jesús de Nazaret sobre la bondad, la ternura y el amor sin límites de Dios Padre hacia sus criaturas. También recordó que estamos celebrando el Jubileo Extraordinario de la Misericordia y tuvo sentidas palabras para su hermano sacerdote D. Vicente.
Como rito final, recibió la llave del sagrario, que conserva el Pan eucarístico, para llevarlo a enfermos y moribundos, y cuidar de que nunca deje de arder una lámpara para señalar la presencia del Señor.
Al finalizar, D. Vicente comentó sus 13 años de sacerdocio y agradeció la presencia de sus padres y hermana, de los fieles de las anteriores parroquias donde había ejercido su ministerio -comentando sus 10 años como párroco de Unquera- y de la acogida dispensada por sus nuevos feligreses.
Terminada la Eucaristía, saludó a los asistentes.
