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Un
día inolvidable. Una emotiva eucaristía donde, una vez más, se hizo
presente el fervor y la toma de conciencia de esa realidad que no puede
pasar desapercibida: la vida de quienes luchan por la búsqueda de un
mundo más acogedor.
La
Cruz de Lampedusa nos ha recordado a los crucificados del siglo XXI.
Papa Francisco:
"¿Dónde está tu hermano?, la voz de su sangre grita hasta mi, dice Dios.
Ésta no es una pregunta dirigida a otros, es una pregunta dirigida a
mi, a tí, a cada uno de nosotros. Esos hermanos y hermanas nuestras
intentaban salir de situaciones difíciles para encontrar un poco de
serenidad y de paz; buscaban un puesto mejor para ellos y para sus
familias, pero han encontrado la muerte. ¡Cuántas veces quienes buscan
estas cosas no encuentran comprensión, no encuentran acogida, no
encuentran solidaridad! ¡Y sus voces llegan hasta Dios!!..."
"... quién de nosotros ha llorado por este hecho y por hechos como éste?
¿Quién ha llorado por la muerte de estos hermanos y hermanas? ¿Quién ha
llorado por esas personas que iban en la barca? ¿Por las madres jóvenes
que llevaban a sus hijos? ¿Por estos hombres que deseaban algo para
mantener a sus propias familias? Somos una sociedad que ha olvidado la
experiencia de llorar, de "sufrir con": ¡¡ la globalización de la
indiferencia nos ha quitado la capacidad de llorar !!".
( https://www.facebook.com/SantaCruzdeBezana).
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